Redacción Guayaquil 

La muerte de un expolicía en el interior del pabellón 6 de la Penitenciaría del Litoral, el domingo pasado, y el hallazgo de una piscina en este mismo ambiente del reclusorio, vuelven a poner en evidencia los frágiles controles de este penal. 

La Policía se mostró sorprendida por la forma como se construyó dicha piscina. Incluso señalan que esta servía para jornadas de diversión de los internos con mucho alcohol. 

De la muerte del expolicía se dijo que fue dado de baja hace unos meses y detenido en junio en Durán. El lunes fue hallado muerto en el área de la piscina. 

Por esto trascendió que Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó a Ecuador a adoptar “medidas inmediatas y efectivas” para garantizar el derecho a la vida y la integridad personal de los privados de libertad, al condenar la violencia en distintas cárceles de ese país que deja al menos 122 internos muertos en lo que va del año.

En un comunicado, el organismo señaló que desde enero pasado hasta la fecha habrían ocurrido “diversos enfrentamientos entre personas detenidas pertenecientes a grupos rivales”, que, además de las muertes, han causado decenas de heridos, entre ellos agentes penitenciarios.

También advirtió “con preocupación que estas muertes se producen en un contexto de reiterados actos de violencia en los centros penitenciarios de Ecuador”.

En concreto, se refirió a incidentes que tuvieron lugar en los centros de Azuay No. 1, Cotopaxi No. 1, Guayas No. 1, Guayas No. 4, Manabí No. 4, y Ríos No. 2, sobre los cuales se pronunció el 22 de julio, el 29 de abril y el 26 de febrero pasados.

La CIDH dijo haber tomado nota de las “diversas acciones implementadas” por el Estado ecuatoriano para responder a la crisis penitenciaria en ese país.

Mientras tanto, en las afueras de la cárcel, decenas de familiares que esperan ingresar al centro penal denuncian que son revisados hasta con linternas en sus partes íntimas, en el caso de las mujeres, pero aún nadie se explica como ingresan armas, drogas, alcohol y otros objetos prohibidos al reclusorio. (I)