Redacción Guayaquil
Los enfermos renales no aguantan más. Sus reclamos se hicieron escuchar hoy, lunes 6 de mayo del 2024, en los bajos de la Gobernación del Guayas.

Unos en sillas de ruedas y otros con muletas o tomados del brazo de familiares, gritaban: “Señor presidente queremos seguir viviendo”. Lo hacían pensando también en la actuación del Legislativo a su favor.

Y esto porque en los establecimientos médicos prestadores de servicios privados de salud ya no hay insumos, lo que los obliga a tener que comprar los equipos para sus sesiones de limpieza de sangre.

“Cada equipo cuesta 50 y 80 dólares y habemos pacientes que necesitamos hasta 4 sesiones por semana”, decía Jorge Solano, uno de los pacientes.

Momentos después, desde el palacio del Ejecutivo provincial, dos asesores pedían el retiro de los manifestastes haciendo gala del compromiso de interceder con el ministerio correspondiente, para que se pague a las clínicas impagas. La idea era evitar que Noboa observe la protesta de los enfermos.

Más tarde, por cansancio y el ofrecimiento de una reunión, los manifestantes se retiraron con una nueva esperanza o una retirada decepción. (I)

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