Redacción Quito
El presidente del Consejo de la Judicatura (CJ), Fausto Murillo, encasilló la liberación de Jorge Glas Espinel como un problema en la ética jurídica. “Si no tenemos una ética en el ejercicio, entonces cualquier cosa puede pasar y eso está ocurriendo”, señaló.

Asegura que desde el CJ han advertido un abuso de las medidas de garantías jurisdiccionales. “Abuso en la acción de protección y un abuso en este caso del habeas corpus”, dijo al agregar que el mal uso, la mala interpretación o aprovechamiento de las leyes está “fuera de control” y en el campo administrativo, no pueden hacer nada porque “desafortunadamente necesitamos, para actuar como órgano disciplinario, una denuncia”.

Murillo informó que el sistema prevé que cualquier juez de primer nivel pueda conocer una garantía jurisdiccional, aunque en este caso hay otras reglas que especifican qué jueces deben conocer este tipo de garantías, esto es que sea el juez de competencia donde está el privado de la libertad.

Señaló que en este caso tocará a los jueces superiores de Santa Elena decir si el juez de Manglaralto actuó de manera negligente, con dolo o con un error inexcusable. “Con esos elementos es que el Consejo de la Judicatura pudiera actuar disciplinariamente contra el servidor judicial”, enfatizó. (I)

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